Frailes Carmelitas Descalzos en Ecuador

Sin categoría

Próximas Actividades en el Instituto Santa Teresa del Niño Jesús

Taller de transformación ante la Crisis

lunes 22 al miércoles 24 de julio de 2019

de 18h a 20h

 

 

La imagen puede contener: 2 personas, personas sonriendo, texto

 

Habitados por el Amor... capaces de amar - Sta Isabel de la Trinidad
jueves 25 y viernes 26 de julio de 18h a 20h

Fray Fredy Garzón ocd

 

La imagen puede contener: 1 persona, texto

 

 

 

 

 

Profesión simple Christian Macas ocd

Profesión simple de Christian Fernando Macas Cuenca, novicio ecuatoriano en formación. Colombia, viernes 28 de diciembre de 2018.

 

 

 

 

 

3ª Semana de Adviento - Evangelio Orado

Lunes, 17 de diciembre

“Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.  Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos.  Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará…Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.  David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón… Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatie… Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo” (Mateo 1, 1-17). 

El evangelista Mateo en la genealogía de Jesús nombra a cuatro mujeres en situación irregular.  “Cristo entró en la raza humana tal y como la raza humana es, puso un pórtico de pureza total en el penúltimo escalón -su madre Inmaculada- pero aceptó, en todo el resto de su progenie, la realidad humana total que él venía a salvar.  Dios, que escribe con líneas torcidas entró por caminos torcidos, por los caminos que-¡ay!- son los de la humanidad” (J.L.  Martín-Descalzo).  Dios deseoso de comunicarse, se hace humanidad y acampa en la tierra de los hombres.  Por la encarnación, también tu tierra lleva dentro una semilla de amor.  Déjala crecer. 

Me asombra, Señor, tu modo de entrar en la Historia de la Humanidad.  Tus caminos de salvación son inefables.  En silencio me dejo alcanzar por tu gracia.  Que tu vida en mí sea un don para todos. 

 

Martes, 18 de diciembre

“María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.  José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.  Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.  Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados…«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa "Dios-con-nosotros" (Mateo 1, 18-24). 

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.  María dejó que Dios entrara en el tejido de su vida y el Espíritu alumbró en ella posibilidades nuevas.  El Espíritu Santo es el gran artífice de la Historia de la Salvación y de lo nuevo en ti. 

Espíritu Santo, recrea mi vida, ensancha mi capacidad de amar, ayúdame a vivir abierta a los acontecimientos de gracia que cada día me regala la vida. 

 

Miércoles, 19 de diciembre

“Y se le apareció el ángel del Señor… le dijo: No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan.  Te llenarás de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento.  Pues será grande a los ojos del Señor...  Zacarías replicó al ángel: ¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada… Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa.  Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo: Así me ha tratado el Señor cuando se ha dignado quitar mi afrenta ante los hombres” (Lucas 1, 5-25). 

Zacarías es un orante persistente.  Día tras día pide un hijo a Dios.  Hasta que un día Dios le ensancha el espacio de su tienda, rompe sus límites, y ahí, el marido de Isabel, se detiene y no entiende.  La respuesta de Dios enmudece su mente y le abre al Misterio. 

Señor, me abro confiado/a a tu gracia, siempre me sorprendes y desbordas. 

 

Jueves, 20 de diciembre

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».  «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.  Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.  «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios.  “porque para Dios nada hay imposible”».  «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,26-38).

Cuando se cumplió el tiempo Dios nos envió a su Hijo nacido de mujer (Gál 4,4).  Y como necesitó entonces de la colaboración de María, hoy necesita de la nuestra.  María acoge con fe la revelación del Ángel del Señor.  Deja todo en sus manos.  Aceptar los planes de Dios no nos ahorrará oscuridades, temores, complicaciones.  Pero confiamos en el poder del Altísimo, que transforma nuestra pequeñez en un río de gracia compartida.  De nuestro sí depende la comunicación de la vida de Dios en otros.  El amor entre Dios y el hombre es siempre fecundo.  Insospechada y misteriosamente fecundo.  Dios aguarda tu sí. 

Orar es abrir la vida a la Palabra y dejar que brote el manantial en nuestro corazón, es “regalar al desierto y a la estepa con la flor, sembrar una florecilla callada a la vera del camino” (Emilio Mazariegos). 

 

Viernes, 21 de diciembre

“María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.  En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.  Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.  Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” (Lucas 1, 39-45). 

El Misterio que inunda y sobrecoge a María no la cierra en sí misma sino que la pone en camino hacia otra mujer, también sorprendida y fecunda de vida.  El saludo entre ellas enciende el gozo del Espíritu.  La alegría salta a borbotones.  ¡Todo es Gracia! ¡La fe se ilumina y la Promesa se expande!

En silencio amoroso escucho tu saludo María, en silencio confiado percibo el Misterio que todo lo inunda, en silencio sonoro disfruto de la Presencia del Dios con nosotros.  En medio del silencio sigo tus huellas que me llevan a los hermanos/as. 

 

Sábado, 22 de diciembre

“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador… El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.  Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.  Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre” (Lucas 1, 46-56). 

A María, la mujer de ojos nuevos, le brota la alabanza, la alegría, la gratitud ante el obrar sin medida de Dios.  Sus palabras orantes reflejan el Rostro de un Dios humano, metido en la historia de la Humanidad, siempre al lado de los pobres."Si quitásemos la pobreza del Evangelio, no se entendería nada del mensaje de Jesús" (Papa Francisco).

A las puertas de la Navidad, reconoce las maravillas que Dios hace en ti.  Deja que esta experiencia de Dios inunde tus raíces creyentes.

Ponme en paz, Señor, para que broten en mi corazón las músicas que te alaben y bendigan.  Ponme en camino hacia CARITAS para celebrar con muchos la Navidad.

 

1ra semana de Adviento

2da semana de Adviento

 

Fuente: www.cipecar.org